Como partir en el consumo de moda consciente y no morir en el intento (Parte 01)

Como partir en el consumo de moda consciente y no morir en el intento (Parte 01)

Camila Alonso, Somos Impacto

Como partir en el consumo de moda consciente y no morir en el intento (Parte 01)

 

Si sufres ecoansiedad quizás esté título no fue el correcto, sin embargo, quisiera dejarte un poco más tranquilo…NO vas a morir si no cambias la forma en que consumes.

Mas bien, me gustaría informarte que sí habrá consecuencias; que no te afectaran a ti, pero sí al planeta y a las personas que están detrás de producción de la ropa.

Esa es la real belleza de una vida con propósito sustentable, el dejar ser egoísta y entender que nuestras acciones tienen impacto.

 

¡Y aunque no lo creas, es posible! Cambiar nuestros hábitos no se hacen de un día para el otro, es cierto, pero es un camino lleno de aprendizaje, de autoconocimiento y por sobretodo de satisfacción.

 

Si aún no sabes porque es necesario modificar nuestro comportamiento, es porque quizás no están en conocimiento (aun) qué sucede con la industria textil.

 

Entender la problemática del sobreconsumo y de la moda rápida

Es el primer paso para transitar a un consumo más responsable:

 

  • La producción de prendas de vestir se ha duplicado en los últimos 15 años.
  • Los consumidores compran más prendas de vestir que en 2000, pero cada una se conserva la mitad de tiempo, y un 40% nunca se utiliza.
  • Es una de las industrias más contaminantes, generando una alta huella de carbono e hídrica en toda su cadena de suministro.
  • Fabricar una polera de algodón, significa consumir 2700 litros de agua, lo equivalente a lo que necesita consumir una persona en 2 años y medio.
  • 75 millones de personas trabajan en la industria, en donde el 80% son mujeres entre 18 y 24 años, quienes son propensas a situaciones de abuso físico o verbal, acoso o violencia.
  • Los trabajadores se encuentran frecuentemente expuestos a la falta de acceso a un lugar de trabajo seguro, riesgos para su salud.
  • El sueldo en Bangladesh, principal fabricante de ropa, es de US$ 96 al mes; salarios que se encuentran muy por debajo de aquellos que puedan cubrir las necesidades básicas.

 

La ropa más sustentable es la que ya tienes

Así que después de saber cuál es el problema, nos vamos a analizar nuestro closet.

 

Probablemente nunca hacemos el ejercicio de re-conocer toda la ropa que esta guardada en el fondo de nuestro armario, y aun así teniendo una gran cantidad de prendas nunca tenemos que ponernos.

Por ello, saber … ¿Qué es lo que tenemos? ¿Cuál es la ropa que usamos? ¿Qué tipo de ropa utilizamos en el día a día? ¿Y en qué condiciones están? Son fundamentales para comenzar una relación más sana con nuestro vestir.

 

Nos quedamos con lo que realmente nos sirve

Y si, aunque parezca duro, debemos mantener solo lo que usamos. Después de un tiempo te darás cuenta de que no necesitas más, sino que necesitas mejores cosas; la calidad por sobre la cantidad.

 

Para llegar a un closet más minimalista, continuaremos con una limpieza de closet…

Pondrás toda tu ropa, en tu cama y la separarás en 5 pilas:

  1. La que utilizaste en el último año
  2. La que te gusta pero que este año no utilizaste
  3. La que ya no te gusta, pero está en buenas condiciones
  4. La que amas pero que hay que reparar
  5. La que ya no está en buenas condiciones para ser reparada, customizada ni usada

 

Una vez clasificadas, vuelve a guardar lo que utilizaste este año y deja en otra bolsa lo que necesitas. A la que te gusta pero no te la haz puesto, le daremos una nueva oportunidad en nuestro closet, lo importante es que sepas lo que tienes y la tengas visible.

Finalmente, la ropa que ya no utilices (en buenas o malas condiciones) es hora de sacarla de ahí.

No necesitas un closet rebalsado de ropa si no vas a utilizar gran parte de él. Solo requieres lo que utilizas, lo que amas y lo que te queda bien.

 

Repara, Intercambia, Dona y Recicla

Es hora de hacer circular y alargar la vida útil de las prendas que alguna vez amamos.

 

Vamos a partir reparando la ropa que nos gustaba pero que estaba rota, y la volvemos a meter a nuestro closet.

A continuación, nos haremos cargo de la ropa que no utilizamos; dependiendo de su condición la dividiremos en 3 nuevas acciones para incorporar en nuestra rutina (Cuatro si pensamos en reparar)

Donar: ¡Debe ser ropa que este que tú te pondrías! Ósea que este en buen estado, nadie quiere recibir algo roto o manchado, además porque terminará en la basura. No en la tuya, pero en la de alguien más.

Intercambiar: Ideal cuando aún sientes que te falta algo en tu armario. Puedes hacer un trueque de lo que ya tienes, por algo nuevo sin que sea necesariamente nuevo.

Reciclar: Lo que ya no se puede reparar, o utilizar en algo más. Es momento de que se trasforme en un nuevo material.

 

Espero que estas pequeñas acciones te hayan inspirado a volver a observarnos a nosotros y a lo que tenemos. No obstante, esto no es todo; es la primera parte para hacernos consciente de nuestro comportamiento al momento de vestir.

 

Pronto te estaremos contando cual es la Fase 02 para convertirse en un consumidor crítico y responsable.